Las pruebas de software funcionales y no funcionales están hechas para comprobar la funcionalidad de los sistemas y verificar los requisitos para medir la operación, todo con el objetivo de poder hacer respectivas correcciones a partir de los errores o fallas identificadas. Además de representar otros beneficios que le contaremos en esta nota y su importancia en la realización de proyectos, servicios o productos digitales. 

¿Cuáles son las pruebas no funcionales de software?

Inicialmente las pruebas no funcionales son aquellas que se hacen desde una perspectiva de tipo de análisis donde se hace una medición y control de calidad que se realiza en aplicaciones de software para saber bajo qué circunstancias podría presentar algún inconveniente, permitiendo así, conocer qué riesgos puede correr el producto y si su desempeño es idóneo o no en los entornos de producción. En ese sentido, se hacen con el fin de obtener información que permita explicar lo que soporta el producto y, por supuesto, si cumple con las expectativas de los clientes. 

¿Para qué sirven las pruebas no funcionales?

En las pruebas no funcionales es posible examinar la velocidad del servidor o del sistema para determinar si responde o no de manera inmediata, estableciendo así los diferentes tipos de carga, cuánto puede mejorar y otros aspectos que garantizan un apropiado funcionamiento. Estos resultados básicamente permiten mejorar la experiencia del usuario, aumentar los ingresos en línea, utilizar métricas importantes para potencializar el sistema, establecer si una nueva versión está lista o no para su lanzamiento y además hace que se compare el rendimiento y capacidad de carga.

Un gran ejemplo es encontrar cuánto soporta la aplicación en términos de usuarios usándolo de manera simultánea y que este pueda hacerlo de forma correcta y eficiente.  Esta incluye pruebas de: rendimiento, carga, estrés, usabilidad, mantenibilidad, fiabilidad o portabilidad. 

¿Cuáles son las pruebas funcionales de software?

Las pruebas funcionales de software se definen por realizarse durante el ciclo de desarrollo del proyecto y no son realmente beneficiosas cuando nos referimos al prelanzamiento de un producto o servicio. De esa forma puede tener el progreso del proyecto totalmente controlado para prevenir cualquier tipo de reprocesos y un aumento en la velocidad de entrega porque asegura de manera eficiente todos los requerimientos.

Dentro de las pruebas de software funcionales podemos encontrar las unitarias, de componentes, humo, integración, regresión y aceptación. 

¿Para qué sirven las pruebas funcionales de software?

Estas pruebas funcionales de software aseguran que cada una de las funciones desarrolladas brinde todos los componentes necesarios, observando la interfaz y la especificación de cada código. Así mismo, verifican las funcionalidades y usabilidades para cualquier elemento que tenga de entrada y deba generar alguna salida, ya sea un módulo de código, página web, pantallas e incluso aplicaciones de transaccionalidad. 

De forma automatizada, los comandos operativos y datos de los sistemas son analizados y sometidos a pruebas, en este caso de regresión que permitan identificar problemas en cada una de sus operaciones, errores o alteraciones que puedan haber sido introducidas accidentalmente en la integración de nuevas funciones. 

Desde el inicio hasta la implementación, los software de su organización deben ser sometidos a varias pruebas para asegurar la mejor calidad y garantizar funcionalidades de la aplicación, tanto para el usuario final como para el cliente. Sin más, cuando usted cuenta con aliados estratégicos como Verity, permite el aseguramiento de calidad de software para detectar oportunidades de mejora y ser cada día más competitivos en un mercado altamente cambiante y en constante evolución.

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